El reglamento de auxilio en carretera que está próximo a aprobarse (en tres meses como máximo) tendrá como novedad, entre otras cosas, la utilización de luces tipo V-16 o balizas luminosas para señalizar la existencia de un vehículo averiado en carretera o vía pública.
Esta solución, en principio, convivirá con los actuales triángulos y el chaleco reflectante hasta 2024, pero después del 2 de enero de ese año la señal luminosa será la única opción y, por supuesto, será obligatorio su uso.
¿Por qué esta herramienta? Las autoridades tienen datos concluyentes, y es que en 2019 (aún no se conocen las cifras de 2020) hubo más de un centenar de muertes por atropello en carretera derivados de una parada de emergencia, y este es un dato tan estremecedor como evitable. Y es que muchos de estos accidentes se producen en condiciones de poca luz, que no dejan ver bien si hay algo o alguien en la carretera, y es por ello que se ha apostado precisamente por señales lumínicas.
La luces V-16 o balizas luminosas han de estar certificadas para que su haz amarillo se vea desde al menos un kilómetro de distancia, y lo que es más importante, están ideadas para que el conductor de un vehículo averiado no tenga que salir del coche: basta con tener el dispositivo a bordo y colocarla sobre el techo. Otro requisito es que no esté conectado por cable, ya que un alto porcentaje de las averías son eléctricas y esto provocaría directamente su anulación, por lo que están alimentadas por una pila, en la mayoría de los casos por una de 9 voltios (las cuadradas de pequeño tamaño), que han demostrado ser más duraderas y eficaces, pues además se exige que puedan hacer funcionar el dispositivo hasta los 18 meses desde su instalación.
Además, la sujeción del dispositivo debe ser magnética, de modo que pueda fijarse sólidamente en el techo del coche, y el diseño tiene que permitir que la luz se vea en un ángulo de 360 grados.
Ya hay varias marcas que lo comercializan, entre ellas una patente española, Help Flash, que es además una de las más populares, sobre todo porque ofrece servicios añadidos para conectar directamente con los servicios de urgencia mediante una aplicación y el móvil. En cuanto a precios, los hay de 25 a 40 euros, pero en general no cuestan más de 30, como los estándar de Help Flash.